El Gobierno Cubano Prohíbe el Paquete Semanal: Un Golpe a la Libertad de Información

Por Orlando González.

Miami, Estados Unidos.- En un movimiento que ha dejado a muchos c perplejos, el gobierno de la isla ha decidido prohibir la distribución del "Paquete Semanal", una fuente vital de entretenimiento y noticias para los cubanos. 

Esta medida, publicada en la Gaceta Oficial de la República de Cuba No. 78 del 2024, forma parte de un nuevo decreto que regula 125 actividades económicas no autorizadas para las micro, pequeñas y medianas empresas privadas (Mipymes), cooperativas no agropecuarias (CNA) y trabajadores por cuenta propia (TCP).

El "Paquete Semanal" ha sido durante años una válvula de escape para los cubanos, ofreciendo una amplia gama de contenido que incluye películas, series, novelas y programas de televisión, tanto nacionales como internacionales. Este contenido se distribuía a través de discos duros externos, permitiendo a los ciudadanos acceder a materiales audiovisuales que de otra manera serían inaccesibles debido a las limitaciones de internet en la isla.

La prohibición se centra en la "exhibición cinematográfica" y la "puesta a disposición del público a través de soportes informáticos", lo que incluye películas, documentales, series y otras obras similares. Esta medida refleja la preocupación del gobierno cubano sobre el contenido que circula en el "Paquete Semanal", el cual ha sido criticado por las autoridades por no alinearse con los intereses del régimen.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ya había expresado su preocupación sobre el contenido del "Paquete Semanal" el año pasado, abogando por la inclusión de más producciones nacionales. Sin embargo, esta prohibición total marca un cambio drástico en la política del gobierno hacia esta forma de distribución de contenido.

La reacción de la población ha sido de incertidumbre y descontento, ya que el "Paquete Semanal" no solo proporcionaba entretenimiento, sino también una vía para la publicidad y el desarrollo de pequeños negocios. La medida podría tener un impacto significativo en la vida cotidiana de los cubanos, limitando aún más su acceso a información y entretenimiento.

Esta decisión se enmarca en un contexto más amplio de control gubernamental sobre las actividades económicas y la información en Cuba, y plantea interrogantes sobre el futuro de la libertad de acceso a contenidos audiovisuales en la Isla.